Ahí no hay sorpresas. Es lo que él ha hecho en su carrera entera. Y esta vez, también tenía una promesa que cumplir.
Lanzando en su primer juego de liga mayor desde septiembre pasado, Martínez mezcló, cambió velocidades y duró cinco episodios para obtener la victoria para su nuevo equipo, los Filis de Filadelfia, en un paseo 12-5 sobre los Cachorros de Chicago este miércoles en la noche.
“Realmente fue divertido volver al juego.
El año pasado fue un año horrible.
Fue un año muy duro”, dijo Martínez acerca de su año final lleno de lesiones con los Metros de Nueva York. “Actualmente me siento bien, y puede verse”. Antes de que su padre muriera en julio de 2008, Martínez le hizo una promesa. El la mantuvo el miércoles en la noche.
Fue un año muy duro”, dijo Martínez acerca de su año final lleno de lesiones con los Metros de Nueva York. “Actualmente me siento bien, y puede verse”. Antes de que su padre muriera en julio de 2008, Martínez le hizo una promesa. El la mantuvo el miércoles en la noche.
“Yo le prometí a mi papá que volvería y jugaría béisbol como él me lo pidió, su última palabra. El regresar me hace sentir que me he quitado algo encima de mis hombros”.
“El hecho de que conseguí una victoria o lo que sea es muy bueno, pero ser capaz de volver como le prometí a mi papá que lo haría, fue probablemente mi mejor regalo. Esto es para él. Este juego es para él”.
Martínez (1-0), un ganador tres veces del Premio Cy Young, permitió siete hits y tres carreras en con una base por bolas y cinco ponches, tirando 99 lanzamientos con varios cronometrados en las bajas 90s.
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